lunes, 6 de mayo de 2013

5. Principales trastornos endocrinos relacionados con la reproducción

Pubertad precoz y retrasada



Ilustración 1. Pacientes en los que se observa pubertad precoz.


La madurez sexual puede ocurrir antes o después de lo normal; varios factores posibles determinan la etiología de un comportamiento tan diverso.

La verdadera pubertad precoz se define como el alcance de la madurez sexual a una edad anterior a lo normal. Esta precocidad sexual puede ser de naturaleza constitutiva (genética), o puede ser el resultado de desórdenes hipotalámicos que incrementan la producción de GnRH. Análogos de esta última hormona pueden usarse para el tratamiento de la pubertad precoz si ésta se debe a una secreción elevada de gonadotropina.

En la seudopubertad precoz, por otra parte, se da en una situación en la que se produce un desarrollo de las características sexuales secundarias sin gametogénesis. El problema es que los niveles circulantes de esteroides son excesivos, tanto de origen gonadal como adrenal.

En la hiperplasia adrenal congénita, se producen cantidades excesivas de andrógenos adrenales y pueden causar virilación temprana y seudohermafroditismo en la mujer. Tumores de las células intersticiales de las gónadas o tumores de las glándulas adrenales también pueden ser causa de un exceso de estrógenos o andrógenos. Los niveles altos de esteroides circulantes ejercen una retroacción negativa a nivel hipotalámico e impiden la liberación de GnRH. En ausencia de esta última hormona no es posible la gametogénesis, pero los caracteres sexuales secundarios que deben aparecer normalmente en la pubertad, se desarrollan sin problemas.

La pubertad puede retrasarse también, por panhipopituitarismo, en el que la totalidad de las hormonas hipofisarias (incluyendo las gonadotropinas) están ausentes. Defectos a nivel hipotalámico o deficiencias aisladas en la secreción de FSH o LH pueden ser responsables, también, de retrasos en la aparición de la pubertad.

La maduración avanzada de las niñas parece estar asociada con una acentuación de la acumulación de grasa subcutánea. Estos descubrimientos sugieren la existencia de una relación recíproca entre la distribución de la grasa corporal, los niveles plasmáticos de hormonas sexuales y la disponibilidad de esteroides sexuales en la pubertad femenina temprana. 


Se requiere un peso corporal crítico o una cantidad de grasa corporal también crítica para que se produzca la primera ovulación y la menarquia.  La distribución de grasa corporal más que la de masa total de grasa corporal o el peso, parece que está relacionada con la actividad endocrina puberal temprana. La grasa corporal y especialmente su distribución, que están afectadas por factores relacionados con el estilo de vida, tales como la ingesta nutritiva y la actividad física , pueden relacionarse, por lo tanto, con los parámetros hormonales y físicos de la pubertad temprana. Por otra parte, el ambiente no es despreciable puesto que puede tener un efecto sobre el sistema nervioso sensorial que está muy aferrado al sistema endocrino.



Transtornos hereditarios

Tabla 1. Fisiopatología endocrina en la diferenciación y el desarrollo sexual.


Dada la complejidad del sistema reproductor, no debe sorprender que existan muchos factores capaces de causar anomalías en el desarrollo sexual (Tabla 1). Muchas de las deficiencias presentan una base genética, y pueden derivarse de fallos en la biosíntesis de las hormonas esteroides o bien de fallos en la acción de dichas hormonas sobre sus tejidos diana.

Nos centraremos en el Hermafroditismo

Tanto en machos como en hembras, desarreglos en el balance de esteroides gonadales del feto produce hermafroditismo.

Hermafroditismo verdadero: es una situación muy rara en que el mismo individuo posee tanto ovarios como testículos.

Machos seudohermafroditas: tienen testículos, pero sus conductos genitales, sus genitales externos o ambas cosas presentan fenotipo femenino, o no se han diferenciado completamente como masculinos.

Esta afección puede se causada por anomalías en los cromosomas sexuales, mutaciones génicas o factores teratológicos que producen una gonadogénesis defectuosa. En algunos casos puede producirse por un defecto, en el feto, en los receptores de LH de las células de Leydig (encargadas de sintetizar testosterona).   En muchos otros casos el problema errores congénitos en enzimas que participan en la producción de testosterona (el complejo de colesterol desmolasa, la 3 beta-hidroxiesteroide deshidrogenasa y la 17 alfa-hidrolasa), que suelen ir ligados a mutaciones recesivas autosómicas o ligadas al cromosoma X (tabla 1).


·      * Síndrome de deficiencia de 5-reductasa. 

Ilustración 2. Representación de la función de la 5 alfa-reductasa, que se basa en la conversión de testosterona en dihidrotestosterona. 




    El síndrome de deficiencia de 5-alfa-reductasa es un seudohermafroditismo masculino de base genética.  La falta de actividad de la 5 alfa-reductasa en los tejidos diana de provoca la falta de virilación en determinadas estructuras dependientes de andrógenos.  Se observan claramente las respuestas tisulares a la testosterona pero no a la DHT.


Ilustración 3. Ilustración de la hipótesis sobre el papel de la testosterona y dihidrotestosterona en la diferenciación sexual del masculino  en el útero (De Imperato-McGinley et al."Steroid 5 alfa-reductase Deficiency in man: an inherited form of male pseudohermafroditism). 



·       * Síndrome de feminización testicular.

Un cierto número de mutaciones génicas individuales causan defectos en la producción de receptores proteicos para los andrógenos, que conducen al síndrome de feminización testicular. Los machos con este síndrome poseen testículos y tasa de secreción de testosterona normales (o incluso mayores), pero son casi completamente insensibles a la acción de los andrógenos internos o externos. Presentan por tanto, un fenotipo femenino. Los genitales externos son típicamente femeninos, pero la vagina es corta y ciega y los genitales internos están ausentes, excepto por los testículos que pueden encontrarse en el abdomen, el canal inguinal o en los labios mayores. Ésta resistencia a los andrógenos puede deberse a anomalías en su receptor o su ausencia. Ésta ausencia o defecto en los receptores de andrógenos (sobretodo de testosterona y DHT) durante el desarrollo conlleva a que no se desarrollen los conductos de Wolff y no se desarrollen por tanto los genitales externos. 


Hembras seudohermafroditas: poseen exclusivamente ovarios pero cuyos genitales externos exhiben algunos caracteres masculinos.

En individuos con esta afección de base endocrina, la ambigüedad de sus genitales externos se debe a un exceso de andrógenos circulantes. El grado de virilación depende de la cantidad y del período (durante el desarrollo) de exposición a andrógenos; en la mayoría de los pacientes se debe a hiperplasia adrenal congénita. Ésta, está relacionada con un defecto específico de la biosíntesis de esteroides, normalmente la producción de cortisol. En su ausencia falta el mecanismo de retroacción negativa sobre el hipotálamo y se produce un exceso de ACTH, que induce, a su vez, un incremento desproporcionado de la biosíntesis de esteroides adrenocorticales. Éstos se acumulan (al no producirse cortisol ni aldosterona) y se desvían hacia la síntesis de andrógenos que son los responsables de esta virilación. 


Bibliografía recomendada

[1] Bartolomé, J; Taurus, B. Endocrinología y fisiología de la gestación y el parto en el bovino. 2009.
[2] Mac E. Hadley. Endocrinología. Cuarta edición. Editorial Prentice Hall. Temas 16, 18 y 19.

3.Regulación endocrina de las hembras euterias o placentarias



                 Ciclo ovárico

Ilustración 1. Ciclo folicular del ovario del primate.
La producción y secreción de gonadotropinas en el primate están controladas por los eventos cíclicos foliculares ováricos, y la duración de los ciclos parece ser dependiente del programa genético que se desarrolla hasta el final una vez iniciada la maduración folicular. Los niveles de FSH son altos al comienzo del ciclo pero disminuyen durante la mayor parte de las fases foliculares inicial y media. La selección folicular y la maduración inicial pueden ser dependientes de los elevados niveles plasmáticos de FSH en el momento del comienzo del ciclo. El incremento de la secreción de estrógenos (e inhibina) por parte de los folículos en maduración ejerce una retroacción inhibidora de la secreción de FSH por la hipófisis; además, la LH también se mantiene en niveles bajos durante la mayor parte de esta fase del ciclo por la misma retroacción negativa. A medida que avanza la maduración folicular el nivel de estrógenos alcanza un pico, a mitad del ciclo, y estos niveles altos de estrógenos actúan como estímulo para el pico de FSH/LH (inducido por un incremento del número de receptores para la GnRH en las gonadotropas hipofisarias). Los niveles plasmáticos de LH se elevan, y actúan sobre el folículo de Graaf ya maduro para que se produzca la liberación del óvulo. A la vez, las células de granulosa han adquirido capacidad de respuesta para la LH e inician el proceso de síntesis y liberación de progesterona. En este punto, el folículo postovulatorio se ha convertido en una glándula endocrina en el sentido más clásico del término. Durante la fase folicular los niveles plasmáticos de progesterona son bajos, pero pasan a ser elevados desde el comienzo de la fase luteínica.

Ilustración 2. Concentraciones séricas de FSHm, LHm,
estradioly progesterona en 20 monos rhesus durante
sus ciclos ováricos y menstruales. (Di Zerega y
Hodgen [2]).

Los niveles plasmáticos de progesterona inician su elevación inmediatamente antes del pico de gonadotropinas, aparentemente porque el aumento en la secreción de LH se inicia algo antes. La acción de la progesterona sobre el hipotálamo provoca una disminución prostovulatoria de la secreción de ambas gonadotropinas, y con los niveles circulantes bajos de estas hormonas que se mantienen durante la fase luteínica desaparecen los estímulos para la foliculogénesis, y los niveles de estrógenos permanecen muy bajos. A medida que progresa la maduración del cuerpo lúteo, durante la primera semana tras la ovulación, se alcanza un máximo de progesterona, aproximadamente a mitad de esta fase, para descender a continuación, salvo en el caso de que haya producido la fecundación, el descenso de los niveles de progesterona continúa, el cuerpo lúteo deja de funcionar, y como consecuencia los niveles de progesterona descienden aún más, con lo que se reinicia la secreción de gonadotropinas, lo que a su vez, inicia un nuevo ciclo de foliculogénesis y producción de hormonas esteroideas. La pauta cíclica de secreción de gonadotropinas y hormonas esteroides gonadales en el mono Rhesus se ilustra en la Ilustración 2.

El ciclo uterino


Ilustración 3. Ciclo de crecimiento y desarrollo endometrial uterino en ciclos fértiles y no fértiles en la mujer.

El ciclo menstrual de la mujer dura aproximadamente 28 días, y se numera a partir del primer día de la menstruación, que es el proceso por el cual el recubrimiento uterino se elimina una vez en cada ciclo, y que dura en la mayoría de las mujeres entre 4 y 5 días. Bajo la influencia de los niveles cada vez mas altos de estrógenos, el endometrio uterino incrementa su grosor hasta que se alcanza un máximo de 3 a 5 cm justo antes de la ovulación (Ilustración 3). Las células del tejido conjuntivo estromal proliferan, y se incrementan los depósitos de colágeno extracelular. En respuesta a los niveles altos de progesterona de la fase luteínica las glándulas uterinas incrementan su complejidad, y pasan de simples túbulos alargados durante la fase folicular del ciclo a estructuras complejas arrolladas en espiral y con un lumen glandular lleno de secreciones. Las arterias espirales en el endometrio aumentan su grosor y se llenan de sangre, también como respuesta a los niveles altos de progesterona. Si no se produce la implantación del zigoto, los linfocitos comienzan a invadir el endometrio unos 11 días después de la ovulación, y hasta el día 14 (primer día del ciclo) se produce la descamación del endometrio al faltar el soporte endocrino para su mantenimiento. Al no existir estímulos hormonales las arterias espirales se contraen, y la sangre que contenían, así como los residuos de estroma, forman el flujo menstrual.

También se producen cambios en la naturaleza del moco cervical, ya que durante la fase folicular es acuoso y fino, y como respuesta a los niveles de progesterona, que comienzan a elevarse en la fase periovulatoria, se vuelve espeso, apareciendo innumerables canales dinos que proporcionan un acceso para los espermatozoides a través de la abertura cervical

El ciclo de gestación


Fecundación e implantación

Muchos espermatozoides pueden penetrar la corona radiada que rodea al óvulo y, aunque algunos consiguen atravesar la zona pelúcida, sólo uno suele entrar en el óvulo. Como respuesta a la llegada del espermatozoide, el óvulo completa la segunda división meiótica y expulsa el segundo corpúsculo polar. El pronúcleo femenino resultante entra en contacto con el pronúcleo masculino, fundiéndose ambos y formando el zigoto.

Unos tres días después de la fecundación una masa compacta de células, la mórula, llega al útero. Las divisiones celulares continúan y se produce una esfera hueca, el blastocisto temprano, que está formado por una capa sencilla externa de células, el trofoblasto, y una masa compacta interna el embrioblasto,  que se halla unido a la pared trofoblástica  por el polo embrionario del blastocisto. La masa interna de células, mediante contacto y diferenciación, formará el embrión, mientras que el trofoblasto establecerá contacto con la circulación materna. El polo embrionario del blastocisto se implanta en el epitelio endometrial alrededor del sexto día. En respuesta al blastocisto, el epitelio subyacente y el endometrio se agranda, para acomodar al embrión en desarrollo. Las ç del trofoblasto en contacto con el epitelio uterino proliferan para dar el sincitiotrofobasto. Éste, forma un sistema de conexiones con los capilares endometriales para formar la circulación uteroplacentaria primitiva.

Los esteroides gonadales pueden ser necesarios para la implantación. Existen pruebas de que el blastocisto sintetiza estrógenos.

El cuerpo lúteo

El cuerpo lúteo, en los primates, inicia normalmente un proceso de regresión unos 12 días después de la ovulación durante un ciclo infértil. Pero si el óvulo ha sido fecundado y se produce la implantación, unos 10 días después de la ovulación aparece la GGh (segregada por el sincitiotrofoblasto), una glucoproteína que se detecta sólo durante el embarazo.

La GGh estimula la biosíntesis de progesterona por las células de cuerpo lúteo. En principio esta misión corresponde a la LH, pero sus niveles caen tras el pico de LH/FSH propio de la ovulación (aunque estas dos hormonas comparten receptor (receptor LH/GGh) y tienen la misma acción). La aparición de la GGh prosigue la estimulación del cuerpo lúteo, lo mantiene activo, y lo convierte en cuerpo lúteo de la preñez. Los niveles plasmáticos de GGh alcanzan su máximo entre la novena y decimocuarta semana del embarazo para iniciar a continuación un declive progresivo, alcanzando el mínimo aproximadamente en la vigésima semana de gestación.

La respuesta inmediata de las células diana a la unión de LH o GGh es un incremento de la actividad adenilato ciclasa mediada por proteínas G intracelulares asociadas a la membrana. La proteína receptora presenta características estructurales tanto de un proteoglucano rico en leucina (dominio extracelular) como de un receptor acoplado a proteína G .

La unidad feto-placentaria

Con la regresión del cuerpo lúteo en los primates, la producción de progesterona y de E2 queda asumida por la placenta. Sin embargo, esta última es incapaz de producir las hormonas si los precursores necesarios no le son aportado tanto por la madre como por el feto.

Progesterona. La placenta, que es incapaz de biosintetizar progesterona de novo, depende del aporte del colesterol desde la circulación materna. La progesterona producida por la placenta se libera a la circulación materna para desempeñar una serie de funciones relacionadas con el embarazo: mantenimiento de la estructura y función uterina, crecimiento y desarrollo mamario e inhibición de la secreción de gonadotropinas hipofisarias. Además, la progesterona placentaria puede emplearse para producir corticoides por las adrenales del feto, que no poseen 3 beta-hidroxiesteroide-deshidrogenas activa.

Estrógenos. La pregnenolona de origen placentario también es utilizada por las adrenales del feto para la producción de precursores de estrógenos en la placenta. Ella misma tiene una capacidad muy limitada para la síntesis de estrógenos debido a una actividad de 17 alfa-hidroxilasa mínima. Sin embargo, en la corteza adrenal, este enzima es el responsable de la producción de sulfato de deshidroepiandrosterona (DHEA-SO4), que sirve como sustrato precursor para la síntesis de estrona (E1) y E2 en la placenta. La mayor parte de este sustrato, sin embargo, es convertido por una 16 alfa-hidroxilasa adrenal fetal en una gran cantidad de estriol (E3). Existe un flujo circular de metabolitos de esteroides que va del compartimento materno a la placenta, de ésta a las adrenales del feto y, otra vez de vuelta, a través del compartimento placentario a la sangre materna, pero la evolución de este sistema complejo y las señales que se pasan de uno a otro compartimento, y que resultan imprescindibles en el mantenimiento del embarazo y para que se llegue al parto, todavía no se han aclarado completamente.

Parto

Es necesario un cuerpo lúteo funcional para que se mantenga el embarazo en muchas especies de mamíferos (p. Ej., cabra y cerda), y su regresión, en dichas especies, inicia el proceso del parto. En otras especies que son dependientes de la placenta (p. Ej., la oveja y los primates) el cuerpo lúteo desaparece antes del término del embarazo, y la clave para el inicio del parto parece ser una disminución de los niveles de esteroides placentarios. Los factores que regulan la producción de hormonas placentarias varían, muy probablemente, de unas especies a otras. Las prostaglandinas de origen uterino participan en el inicio del parto a través de su acción en determinados lugares clave. Una o más de las hormonas hipofisarias, tanto de origen materno como fetal, pueden ser también importantes en el inicio de los procesos que conducen al parto. Los papeles particulares que desempeñan en el parto, tanto los factores nerviosos como los endocrinos, también son muy variables entre las especies, por lo que no existe un modelo generalizado.

Ilustración 4. Niveles hormonales durante la gestación y el parto.


El estímulo inicia del parto, en humanos, sería un descenso en los niveles de progesterona (que producía la relajación del útero, para que empiecen las contracciones). Se sugiere que en humanos el > de estrógenos determina un incremento de receptores para la OT.  Por otra parte, los movimientos fetales, + secreción de oxitocina (OT), que tiene una acción directa sobre la contracción del útero.

Lactancia


La proliferación de un sistema lobular-alveolar se inicia en el embarazo. Además de ser necesarios los estrógenos, y probablemente los glucocorticoides  y la STH, para el crecimiento continuado de los conductos, también se requiere la acción de la progesterona y de la prolactina para obtener el desarrollo completo de dicho sistema. En la mujer embarazada parece que también se requiere el lactógeno placentario para que los pechos alcancen su desarrollo completo. La producción de leche en las glándulas mamarias maduras se inicia algo antes del parto. Para que el crecimiento de las mamas y la lactogénesis se produzcan correctamente se ha demostrado, en algunas especies, la necesidad de las siguientes hormonas: estrógenos, progesterona, glucocorticoides, insulina, STH, lactógeno placentario, relaxina y PRL.

Ilustración 5. Regulación hormonal del crecimiento y desarrollo de la glándula mamaria.

Aunque los constituyentes de la leche comienzan a aparecer antes del parto en el nacimiento. La leche se sintetiza en las células que recubren los alvéolos de las glándulas mamarias. Se trata de un nutriente que está formado principalmente por lactosa, grasa, proteínas lácteas (caseína y proteínas del suero), así como cationes monovalentes y divalentes, y, lo más importante, anticuerpos de defensa. Todos estos productos se liberan por exocitosis macrovesicular al limen alveolar, donde se almacenan hasta que se produce la eyección por la acción de la OT en las células mioepiteliales que recubren la superficie contraluminal de los alveolos. En la leche se encuentran muchas hormonas de función desconocida.

La secreción de la leche está regulada por la PRL mediante acción sobre los receptores de la membrana de las células secretoras alveolares de las glándulas. El estradiol incrementa el número de receptores para PRL en las glándulas mamarias, mientras que la progesterona suprime este aumento, y se ha visto que la propia PRL actúa mediante regulación creciente de sus receptores. El estímulo de succión es necesario para mantener la secreción de PRL, y la lactogénesis tras el parto en algunos animales, como los humanos, pero no es necesario en otros, como la vaca.

Menopausia


Ilustración 6. Mujer en la etapa de menopausia.



El inicio de la menopausia se produce por la pérdida de la actividad cíclica del ovario, que se cree está causada por la incapacidad de éste para responder a la acción de las gonadotropinas. Esto se debe, en parte, al descenso del número de folículos disponibles para el desarrollo. La fertilidad comienza a declinar durante los 10 años anteriores a la menopausia, y hacia los 50 años de edad la mayoría de los folículos primarios se han perdido. Parece que no existe ninguna relación entre la edad de aparición de la menopausia y la edad en que se inicia la menarquia, como tampoco parece existir relación entre el número de hijos, o la edad a la que nace el primero, y la aparición de los fenómenos menopáusicos. El estado nutricional del individuo si que parece tener influencia, ya que la edad media de aparición de la menopausia varía entre los distintos países: 49,8 años en mujeres blancas norteamericanas, 51,4 en Holanda, mientras que baja a 44 o menos en el Punjab, Nueva Guinea y África Central, aunque puede considerarse que existe una tendencia general hacia su retraso.

A medida que las mujeres se acercan a la menopausia puede aparecer un incremento llamativo en los niveles séricos de FSH en relación con los de LH. Eventualmente, tras la caída de los niveles de estradiol, tanto los niveles de  FSH como los de LH suben y se mantienen altos, aparentemente porque desaparece la retroacción negativa producida por los esteroides, característica de un ovario funcional. La subida premenopáusica en la secreción de FSH puede estar relacionada con la pérdida progresiva de inhibina, que parece ejercer una retroacción negativa sobre la secreción de FSH. Además la reducción progresiva de folículos ováricos y de su maduración debería reducir, la producción de inhibina. 

Bibliografía recomendada


[1] Bartolomé, J; Taurus, B. Endocrinología y fisiología de la gestación y el parto en el bovino. 2009.
[2] Mac E. Hadley. Endocrinología. Cuarta edición. Editorial Prentice Hall. Temas 16, 18 y 19. 

domingo, 5 de mayo de 2013

4. Ciclos reproductivos

Tipos de ciclos

 Las hembras de muchas especies de vertebrados se encuentran sujetas a cambios cíclicos de su actividad reproductora. En la mayor parte de las ocasiones, estos cambios están relacionados con los cambios ambientales estacionales, de modo que los jóvenes nazcan en las mejores condiciones climáticas y de disponibilidad de alimento. 


                                                           
El ciclo menstrual

Perteneciente a los primates. La característica externa es la salida espontánea de flujo sanguinolento producido por la necrosis del endometrio uterino, que ocurre aproximadamente, una vez al mes. En el endometrio uterino tiene un gran desarrollo vascular. Cuando se produce la lúteolisis con una caída brusca de la progesterona se ocasiona un espasmo de las arterias endometriales causando la extravasación de sangre o " menstruación". La ovulación se produce en la mitad del ciclo, siendo el primer día el que coincide con la aparición de la menstruación.

Ciclo estral

En la mayoría de los mamíferos no primates, las hembras presentan periodos recurrentes de excitación sexual o estro (del griego oistros “deseo loco”), durante las cuales son fisiológicas y psicológicamente receptivas al macho. Lo más característico de este tipo de ciclo, es la manifestación de receptividad sexual, por períodos limitados, por parte de las hembras. 

Se define como " el período de comprendido entre la aparición del estro y hasta el comienzo del siguiente, o bien el intervalo de tiempo comprendido entre dos ovulaciones. El día 0 es el que coincide con la aparición del estro. La duración del ciclo estral depende de cada especie. La ovulación es un proceso espontáneo y predecible, porque el estro conductual coincide con la descarga preoculatoria del pico de LH inductora de la ovulación. La hembra acepta al macho exclusivamente en este período, pues está relacionado con las variaciones en la concnetración sanguínea de las hormonas estrógeno y progesterona.

La diferencia más clara entre estos dos ciclos es que el primero posee una total separación entre la fase folicular y la fase lútea. El crecimiento de los folículos no se ve afectado en la fase lútea, de forma que coincidiendo con la luteólisis existe un folículo en fase antral disponible para ser ovulado en el subsiguiente estro.

    Fases del ciclo estral

Si que es verdad que en los ciclos estrales existen diferentes ciclos de periocidad, pueden ser por ejemplo monoéstricas o poliéstricas.

  • Monoéstricos: El ciclo aparece 1 o 2 veces en el año, con una fase anestro prolongada. Por ejemplo: la perra ( ciclo dos veces al año y por ello es un animal diéstrico).




  • Poliéstrico: Presentan ciclos consecutivos. 
    • Poliestricos contínuos: Donde aparecen ciclos durante todo el año, interrumpiéndose solo durante el embarazo.
    • Poliéstricas estacionales: Ciclos solo en una estación determinada del año.

     ¿ De qué depende que se de un ciclo de periodicidad u otro?




1. Fotoperíodo: Varía en las especies poliéstricas estacionales, de forma que se responde positivamente o bien al aumento de horas-luz ( gata y yegua) o a la disminución de ésta ( cabras y ovejas). El efecto se debe a la inducción de un estímulo nervioso originado al aumentar o disminuir las horas-luz. Generado en la retina, es transmitido por el SNC a la glándula pineal; ésta lo transforma el estímulo neural en una respuesta endocrina, secretando melatonina. Esta señal influye sobre la secreción de GnRH por el hipotálamo, lo que indica un inicio de la actividad gonadal.





2. Lactación : Inhibe en muchas especies la actividad funcional del ovario, debido a que la succión estimula la síntesis de prolactina ( inhibición de secreción de gonadotropinas por inhibir la acción hipotalámica de GnRH). Este fenómeno recibe el nombre de anestro lactacional.

3. Presencia del macho: Estimula la aparición de los ciclos reproductores como consecuencia de las feromonas sexuales producidas por las glándulas sebáceas, tracto reproductor y tracto urinario de los machos.

                                                                   Ejemplos

Perras:


Las perras, como hemos comentado más arriba, tienen un ciclo diéstrico. La fase proestrica es relativamente larga, de 5 a 9 días, mientras la etapa estro dura de 4 a 13 días. La fase diestro dura unos 60 días y esta está seguida de una fase ansetra de 90-150 días. Sangran durante el período de estro. La ovulación ocurre 24-48 horas después del pico de LH, este es el la mejor época para quedarse preñada. Sangrado en la fase proestro es común en perras y parece ser que es debido a la diapedesis de RBCs de los vasos sanguíneos, debido al aumento de estradiol.

Ratas:


Las ratas tienen un ciclo rápido de 4 a 5 días. Todo y que ovulan espontáneamente, no desarrollan un cuerpo lúteo totalmente funcional a penas que reciban un estímulo coital. Los eventos del ciclo tanto en ratas como en hamsters esta altamente influenciado por el fotoperíodo.


Un a serie de folículos empiezan a desarrollarse cerca del final de la fase proestro y cercen a una velocidad constante hasta el comienzo del siguiente estro, en este momento se acelera la velocidad 8 veces. Pueden ovular 109 horas después del inicio del crecimiento. 


Yeguas:


Una yegua puede estar de 4 a 10 días en el calor y unos 14 días en el diestro. Así, un ciclo puede ser corto, es decir, 3 semanas. Los caballos se aparean en primavera y verano, el otoño es un tiempo de transición, y  en invierno predomina el anestro.


Una de las características del ciclo de fertilidad de caballos y otros animales de gran tamaño es que por lo general se ve afectada por las estaciones. El número de horas diarias que la luz entra en el ojo del animal afecta el cerebro, que regula la liberación de ciertas hormonas y precursores. Cuando las horas del día son pocos, estos animales "cerradas", se convierten en anestro, y no son fértiles. A medida que los días se hacen más largos, los largos períodos de luz hacen que las hormonas que activan el ciclo de cría sean ser liberadas. 



Bibliografía recomendada

Principios de anatomía y fisiología, 11ª edición: Tortora / Derrickson.

Geoffrey Miller (April 2007). "Ovulatory cycle effects on Tip earnings by lap dancers: economic evidence for human estrus"Evolution and Human Behaviour (28): 375–381.